Día del Ejército y de la masacre

Una joven exige saber si su marido o hermano o amigo se halla entre los asesinados
La realidad es una pedrada contundente contra el discurso del poder. Mientras en el penal de Apodaca, Nuevo León, los familiares de los presos exigían a las autoridades la lista de nombres de los 44 reos asesinados en una batalla campal entre miembros de dos cárteles: los Zetas y los del Golfo (¡¿a qué autoridad se le ocurrió encerrarlos juntos?!), el presidente saliente, felipito, se congratulaba en el Día del Ejército, por el "éxito" de su estrategia guerrerista.
A pesar de encontrarse a tiro de piedra de Monterrey, capital del estado, ni el gobernador ni el procurador de Nuevo León salieron a dar la cara por la salvaje masacre de Apodaca, municipio que por cierto, debe su nombre a las buenas obras que allí realizó un cura tapatío enviado: Salvador Apodaca y Loreto (1769-1844).
En el Día del Ejército, felipito sostuvo que "en México la violencia criminal comienza a ceder donde ha intervenido el Ejército: desde Baja California, a Tamaulipas, hasta Ciudad Juárez, Coahuila y Nuevo León; quiérase o no, sin el Ejército no hubiera sido posible"
Los Zetas y Golfos (exmilitares casi todos), encerrados por narcotráfico, al desatar en el Día del Ejército una carnicería en la cárcel de Apodaca (el periódido El Norte informa que "algunos de los cuerpos estaban degollados, tenían palos enterrados en la boca y múltiples heridas por armas punzocortantes, como varillas, puntillas, cuchillos, tijeras y pedazos de discos compactos que les fueron incrustados en los costados y el cuello"), revelaron no sólo el control de los narcos de las cárceles, la complicidad de policías estatales y federales (¿a qué capos se les permitió eliminar a sus rivales dentro de la prisión?¿A cuáles se les permitió fugarse?), sino sobre todo, el rotundo fracaso de la Guerra de felipito-contra-las-Drogas y de las tan publicitadas labores de inteligencia del Ejército que no sirvieron de nada para evitar la vendetta de Apodaca. (La fecha del cumpleaños de la tropa, por cierto, surge con don Venustiano Carranza que decretó precisamente un 19 de febrero de 1913, que se formara un Ejército Constitucional que luego se volvió Ejército Nacional.)