-Carlos Loret de Mola, 3 sep 2014
Eran dos finalistas.
El ganador es Fernando Romero en alianza con uno de los arquitectos más prestigiados del mundo, Norman Foster.
Del británico Foster no hay nada qué discutir: premio Pritzker, premio Príncipe de Asturias, Wembley, aeropuerto de Hong Kong. Es uno de los monstruos internacionales de su área. Párese frente a cualquiera de sus obras y derrúmbese por dentro ante la inmensidad de su genio.
Fernando Romero es un arquitecto muy polémico. En lo personal —no soy más que un observador urbano sin mayor conocimiento especializado— me gustan las obras que le conozco, como el Museo Soumaya.
Sin embargo, muchos críticos lo han vapuleado: no les gusta su propuesta y atribuyen su éxito al incomparable poder económico de su suegro: el ingeniero Carlos Slim, el hombre más rico del mundo.
No se puede entender de otra forma: el triunfo de Fernando Romero sería el triunfo de Carlos Slim. El poder fáctico más importante del país se estaría quedando con la obra del sexenio.
Slim es dueño de una de las empresas constructoras más grandes del país: Ideal.
2 comentarios:
Resulta que Pepe y Toño de las Pymes son en realidad Carlos (Slim) y Emilio (Azcarraga).
El pri reeditado en usos y costumbres, y por si alguna duda queda, de, como dice la Dresser "capitalismo de cuates", otro negocio para el monopolio de Slim, y para el evento en donde se anuncia, convertimos en estacionamiento el Zocalo.
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